domingo, septiembre 12

La máquina de la verdad de lo aparente dictaminó que él no le importaba a nadie.
La de la verdad real, decía todo lo contrario.

Pero eso él no lo sabía, no podía saber la verdad. Solamente podía suponer lo mínimo, lo aparente desde su punto de vista. Y él no era una máquina perfecta.

5 comentarios:

  1. ..así que se decantó por la máquina aparente, que era la que emitió los veredictos que a él le habían parecido más razonables, ¡y además era más barata!

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  2. Bueno, en realidad y aunque esa habría sido la opción mejor, no podía usar ninguna de ellas así que se equivocó suponiendo por sí mismo.
    ^^

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  4. Lo cierto es que es algo muy real, nadie sabemos cuál es la verdad absoluta sobre las cosas y sólo podemos hacernos una idea de la verdad aparente (y subjetiva) que vemos. Y lo peor es que así nos perdemos un montón de cosas en la vida.

    Tenía ganas de saludar, Stefy :)

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  5. Me agrada mucho que así sea, Norae. :)
    Aún tengo pendiente mirar bien tu nuevo trabajo.

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