La máquina de la verdad de lo aparente dictaminó que él no le importaba a nadie.
La de la verdad real, decía todo lo contrario.
Pero eso él no lo sabía, no podía saber la verdad. Solamente podía suponer lo mínimo, lo aparente desde su punto de vista. Y él no era una máquina perfecta.
..así que se decantó por la máquina aparente, que era la que emitió los veredictos que a él le habían parecido más razonables, ¡y además era más barata!
Lo cierto es que es algo muy real, nadie sabemos cuál es la verdad absoluta sobre las cosas y sólo podemos hacernos una idea de la verdad aparente (y subjetiva) que vemos. Y lo peor es que así nos perdemos un montón de cosas en la vida.
..así que se decantó por la máquina aparente, que era la que emitió los veredictos que a él le habían parecido más razonables, ¡y además era más barata!
ResponderEliminarBueno, en realidad y aunque esa habría sido la opción mejor, no podía usar ninguna de ellas así que se equivocó suponiendo por sí mismo.
ResponderEliminar^^
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ResponderEliminarLo cierto es que es algo muy real, nadie sabemos cuál es la verdad absoluta sobre las cosas y sólo podemos hacernos una idea de la verdad aparente (y subjetiva) que vemos. Y lo peor es que así nos perdemos un montón de cosas en la vida.
ResponderEliminarTenía ganas de saludar, Stefy :)
Me agrada mucho que así sea, Norae. :)
ResponderEliminarAún tengo pendiente mirar bien tu nuevo trabajo.